Si pudieras enviar un mensaje en el tiempo a tu «yo» del pasado, a esa persona llena de ilusión y pánico que estaba a punto de empezar el viaje de la oposición, ¿qué le dirías? ¿Qué consejos le darías para evitar los errores más dolorosos? ¿Qué verdades le contarías para darle la fuerza para seguir en los momentos más oscuros?
Hemos hecho exactamente ese ejercicio. Hemos recopilado la sabiduría colectiva, las lecciones aprendidas a base de esfuerzo y lágrimas, de decenas de opositores que ya consiguieron su plaza. Hemos condensado toda esa experiencia en una sola carta.
Esta es la carta que a ellos, y a mí, nos hubiera gustado recibir cuando empezamos. Esta carta es para ti.
La Carta
Querido(a) Opositor(a) del Pasado,
Te escribo desde el futuro. Un futuro que ahora mismo te parece una fantasía lejana, casi imposible, pero te aseguro que existe. Soy la persona en la que te convertirás, la que un día mirará atrás y verá todo este camino con una perspectiva que ahora no puedes ni imaginar. En este momento, estás en el borde del precipicio, a punto de saltar hacia la aventura más dura, solitaria y transformadora de tu vida. Sientes una mezcla embriagadora de ilusión, un miedo que te paraliza los huesos y una total ingenuidad sobre lo que te espera. Y está bien. Lo primero que quiero que sepas es que todo lo que sientes es válido.
Lección 1: Esto no es un sprint, es una expedición a una montaña desconocida.
Tu primer impulso, alimentado por la motivación inicial, será comértelo todo. Querrás estudiar 12 horas el primer día, memorizar dos temas, sentir que avanzas a una velocidad increíble. Por favor, no lo hagas. Frénate. Esto no es una carrera de 100 metros; es una expedición de años a una montaña de la que no tienes mapa. La cima está oculta por la niebla.
Aprende a dosificar tu energía como si fuera tu recurso más preciado, porque lo es. Habrá días de sol y cielo despejado, donde avanzarás con facilidad. Habrá semanas enteras de niebla densa, donde sentirás que no avanzas nada aunque camines sin parar. Y habrá tormentas de nieve, momentos de puro agotamiento y desesperación que te harán querer abandonar y volver al campamento base. La clave para llegar a la cima no es la velocidad inicial, sino la constancia brutal y la capacidad de seguir poniendo un pie delante del otro, incluso cuando no ves más allá de tus propias narices.
Lección 2: Tu mayor enemigo no es el temario, eres tú.
Miras esas cajas llenas de libros y apuntes y piensas que tu gran desafío es absorber esos miles de páginas. Te equivocas. Tu verdadero campo de batalla, el lugar donde se ganará o perderá esta oposición, está en el espacio de 15 centímetros entre tus orejas.
Lucharás cada día contra el Síndrome del Impostor, esa voz insidiosa que te dirá que no eres lo suficientemente inteligente, que tu admisión en este proceso fue un error y que pronto todos descubrirán que eres un fraude. Lucharás contra la ansiedad paralizante antes de los simulacros, esa que te hará dudar de todo lo que has estudiado. Lucharás contra la culpa por no estar con tu familia y amigos, y contra la presión que ellos (a menudo sin querer) pondrán sobre tus hombros. Entrenar tu mente, construir tu «Escudo Mental», no es un lujo; es la tarea más importante y urgente que tienes por delante.
Lección 3: La perfección es el enemigo de la aprobación.
Tu naturaleza responsable te empujará hacia el perfeccionismo. Querrás hacer resúmenes perfectos, usar diez colores diferentes, saber cada artículo, cada fecha, cada detalle al pie de la letra. Escúchame bien: ese perfeccionismo es una trampa mortal. Te llevará a la parálisis por análisis y al agotamiento.
He aprendido desde este lado del camino que la aprobación no es para el que lo sabe todo, sino para el que es más estratégico. Aprende a amar el «suficientemente bueno». Aplica sin piedad la ley de Pareto: identifica el 20% del temario que te dará el 80% de los puntos y domínalo a la perfección. Es mejor ser un maestro en lo importante que un aprendiz de todo. La perfección es un espejismo; la estrategia es real.
Lección 4: El descanso no es una recompensa, es parte del entrenamiento.
Al principio, tratarás el descanso como un premio que solo te concederás si cumples tus objetivos diarios. Si un día no rindes lo suficiente, te castigarás estudiando hasta tarde. Es el error más grave que puedes cometer. El descanso, y muy especialmente el sueño, no es tiempo perdido. Es el período en el que tu cerebro trabaja a toda máquina para consolidar lo aprendido, para transferir la información de la memoria a corto plazo al almacenamiento a largo plazo. Es una fase activa del aprendizaje.
Proteger tu descanso es proteger tu inversión de estudio. Dormir tus 7-8 horas no es un acto de pereza, es un acto de máxima inteligencia estratégica. Un cerebro cansado no aprende, solo pasa páginas.
Lección 5: Fracasarás. Y eso será tu mayor bendición.
Quiero ser honesto contigo. Vas a suspender simulacros. Muchos. Vas a tener días de estudio horribles en los que no te concentrarás. Y es posible, incluso probable, que suspendas la convocatoria una o dos veces antes de conseguirlo. Y dolerá. Dolerá de una forma que no puedes imaginar. Pero necesito que entiendas esto: cada fracaso es una lección magistral que el éxito nunca podría enseñarte.
Cada error en un test es un mapa del tesoro que te señala exactamente dónde debes reforzar tu conocimiento. Una reprobación es un informe de auditoría completo sobre las grietas de tu estrategia. No le temas al fracaso. Témale a no aprender de él. Desde el primer día, adopta la mentalidad de que cada reprobación es tu mejor maestro, tu entrenador personal más duro y más eficaz.
Lección 6: No estás solo, pero debes aprender a pedir ayuda y a poner límites.
El aislamiento es un veneno lento en esta travesía. Te sentirás incomprendido, como si hablaras un idioma que nadie más entiende. No te encierres. Hay miles de personas pasando exactamente por lo mismo que tú. Busca tu tribu, ya sea en una academia, en un foro online de calidad o con un par de compañeros de estudio. Compartir el peso hace que la carga sea más ligera.
Al mismo tiempo, aprende a poner límites con aquellos que te quieren pero no te entienden. Comunica tus necesidades. Explícales tu viaje. La mayoría querrá ayudarte si les dices cómo.
Sé que ahora mismo te parece una montaña imposible de escalar. Habrá cientos de días en los que te preguntarás si todo este sacrificio vale la pena. Te lo aseguro desde aquí, desde el otro lado, con la plaza en la mano y la perspectiva que da el tiempo: cada segundo vale la pena. No solo por el trabajo y la estabilidad, sino por la persona increíblemente fuerte, resiliente, disciplinada y sabia en la que te convertirás a lo largo de este camino.
Confía en el proceso. Y, sobre todo, confía en ti. Sigue caminando. Te estoy esperando aquí.
Con todo mi apoyo,
Tu «Yo» del Futuro.
Una reflexión final de Mateo Rojas:
Esta carta es un recordatorio de que el camino del opositor es tanto una maratón estratégica como un viaje de desarrollo personal profundo. Las lecciones que se aprenden van mucho más allá del temario.
Si pudieras añadir una lección a esta carta basada en tu propia experiencia, ¿cuál sería? Compártela en los comentarios para enriquecer esta sabiduría colectiva.

Mateo Rojas es el fundador de escudomental.com
. Antes de convertirse en mentor, Mateo pasó varios años en la trinchera, preparando una de las oposiciones más exigentes de su país. Tras conseguir su plaza, se dio cuenta de que la batalla más dura no fue contra el temario, sino contra su propia mente: la ansiedad, la duda y el miedo al fracaso. Ahora, su misión es compartir las estrategias y herramientas de fortaleza mental que él mismo desarrolló para ayudar a otros opositores a superar la presión y alcanzar sus metas.